Es un poco tarde ya, pero llevo todo el fin de semana estudiando casi sin parar y ahora me espera una semana de trabajo bien intensa, así que mi relajación nocturna va a ser “bloguear” un poco. Lo primero que quiero hacer es daros las gracias de todo corazón a todos por leer el blog consistentemente, por mandarme emails con vuestros comentarios, por los ánimos que me dais para seguir: GRACIAS. Y de hecho es el agradecimiento precisamente el hilo principal de esta nueva entrada.
La gran mayoría sabéis que estoy en puertas de los que son, posiblemente, los exámenes más importantes de mi carrera. Una vez pasados, ya “sólo” me queda escribir la tesis… Muchos pensaréis que es la defensa de la tesis la que debería ocupar el primer puesto de importancia, pero no. Una vez escrita la tesis, si tu director cree que ya estás listo, la defensa es una mera formalidad ;) Sin embargo, estos exámenes que tengo ya tan cerca son decisivos. Sé que si no paso, no es el final del mundo, los puedo repetir en poco tiempo. Es sólo que quiero quitarme esto de encima desesperadamente… He trabajado y sacrificado mucho este verano preparando mis lecturas. Me he quedado todo el verano en Estados Unidos, por lo que me he perdido cosas como la boda de una de mis mejores amigas y, por encima de todo, pasar tiempo con mi familia.
Cuando uno se encuentra en estos momentos decisivos de la vida, no hay NADA que pueda igualar el apoyo y el ánimo de amigos y familia. Hace muchos años encontré una cita que decía: “Tenemos que llegar a conocernos tanto, que empecemos también a conocer a los demás. En cada persona que se cruza en nuestro camino hay algo de nosotros mismos”. Esa reciprocidad entre individuos, casi complicidad, me parece una de las cosas más hermosas sobre las que uno puede pensar. La vida, como ya han dicho muchos, es un camino en el que nos vamos conociendo a nosotros mismos poco a poco… es un proceso de autodescubrimiento desde el primer hasta el último día. Y es la misma vida, sabia maestra, la que nos pone junto a personas que, de un modo u otro, nos ayudan a descubrir algo nuevo.
Mi madre siempre me ha dicho que “he nacido con estrella”, y tiene toda la razón del mundo. Siempre me he considerado una persona extremadamente afortunada, en especial por la gente que siempre me ha rodeado. Donde quiera que haya ido, he encontrado buenas personas que me han ayudado, cuidado, aconsejado… siempre. Es imposible mantener contacto constante con toda la gente a la que queremos; yo trato de hacerlo lo máximo posible, y aún así no creo que sea suficiente… y sin embargo, hace un par de semanas por ejemplo, por mi cumpleaños, más de cien personas (sin contar familia) me mandaron sus mejores deseos para ese día. Es difícil sentirse más especial y afortunada. Más de uno podrá pensar que peco de orgullo diciendo esto, pero lo que siento es completamente lo contrario: humildad.
En estos días en los que estoy tan nerviosa y tengo tanta falta de seguridad en mí misma, mis amigos y, en especial, mi madre y mi hermano, me animan como nadie y tienen una fe en mí que yo misma no encuentro. Mi madre me repite “tú vales mucho…. tú puedes hacerlo… estoy muy orgullosa de ti”… Y yo casi me siento mal por que ella piense que, sea lo que sea lo que yo haya hecho, lo he hecho yo sola. No es así… NADA de lo que he hecho ha sido sola, siempre he tenido ayuda. Sin unos padres que me apoyan en todo, no creo que hubiera hecho la mitad de las cosas que he hecho en la vida. Sin un hermano que está detrás mía en cada paso, no habría tenido la seguridad de hacer nada. Sin una familia que siempre me ha demostrado su amor, su confianza, su fe en mí, nunca me habría sentido capaz de nada. Sin unos amigos que, a pesar de la distancia y las largas ausencias, siguen estando ahí para mí en todo momento, no habría tenido motivación para seguir adelante. No quiero hacer de esta entrada una ñoñería ni un discurso “pasteloso”, pero no puedo evitar sentir la necesidad de haceros saber que valoro en extremo todo lo que me dais, que estoy segura de que es más de lo que merezco.
Cuando empecé a escribir este blog, tenía muchas reservas. Pensaba que nadie lo iba a leer, o que la gente pensaría que son tonterías o que soy una cursi… Han pasado menos de cuatro meses y cada día recibo más apoyo y comentarios de todos vosotros que me hacen pensar que, quizás, no es tal tontería. Por esa dosis de confianza que me habéis dado, he pensado que qué mejor forma de agradeceros que dedicando esta entrada a todos los que, desde diferentes partes del mundo, habéis hecho que me sienta un poco más comprendida, con menos miedo a expresar lo que pienso y siento, y más cerca de cada uno de vosotros.
Creo que aquí voy a dejar esta entrada, un poco más corta que de costumbre. La próxima vez que escriba, espero que sea con buenas noticias sobre mis exámenes. Si no puede ser, bueno, pues os escribiré para deciros mi nueva fecha ;) En fin, peores cosas hay en la vida que tener que repetir una prueba… pero pocas cosas hay mejores que tener tanta gente con la que compartir penas y alegrías. Ya se sabe que un solo grano de arena no es nada, pero muchos pueden formar la más hermosa de las playas…
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It’s kind of late now, but I’ve been studying all weekend, almost without stopping, and an intense week full of work is waiting for me, so my relax time is going to be for blogging a little. First of all, I wanted to thank you all from the bottom of my heart for reading the blog consistently, for sending me emails with your comments, for the encouraging words to keep going: THANK YOU. And, actually, gratitude is going to be the central idea in this entry.
Most of you know that I’m about to take, probably, the most important exams in my career. Once I pass them, I “only” have to write my dissertation… Many of you would think that it’s my dissertation defense the one that should be number one in the rank of importance, but not really. Once the dissertation is written, if your director thinks that you are ready, the defense I just a formality ;) However, these exams that are so close now are decisive. I know that if I don’t pass it won’t be the end of the world, I can take them again in not too long. It’s just that I desperately want to get rid of this… I’ve worked and sacrificed a lot during this summer preparing my readings. I stayed in the States all summer, which made me miss things like the wedding of one of my best friends and, especially, spend time with my family.
When you find yourself in these decisive moments in life, there is NOTHING equal to the support and encouragement of friends and family. Many years ago I found a quote that said: “We have to get to know ourselves so well that we start to know others, too. In each person that comes into our lives, there is something about ourselves.” That reciprocity among individuals, almost complicity, seems to me one of the most beautiful things one can think about. Life, as many have said, is a path in which we get to know ourselves little by little… it is a self-discovery process from the first to the last day. And it’s life itself, wise teacher, what brings us close to people who, in one way or another, help us discover something new.
My mother has always told me that I was born “with the luck of the devil”, and she’s completely right. I’ve always considered myself an extremely fortunate person, especially for the people I have around me. Wherever I went, I always found good people who have helped me, taken care of me, given me advice… always. It is impossible to keep in constant touch with all the people that we love; I try as much as I can, and I still don’t think it’s enough… and, nevertheless, a couple of weeks ago, for example, for my birthday, more than a hundred people (not counting family) sent me their best wishes for that day. It is difficult to feel more special and lucky. Some people may think I’m being arrogant, but what I feel is precisely the opposite: humility.
In these days in which I’m so nervous and I have such a lack of confidence, my friends, and especially, my mom and brother, encourage me more than anyone and have great faith in me that I can’t have myself. My mom tells me all the time “you’re worth a lot… you can do it… I’m very proud of you…” And I almost feel bad that she thinks that, whatever it is I have done, I’ve done it myself. It’s not at all like that… NOTHING that I have done it’s been without help. Without parents that support me in everything, I don’t think I would have done half of whatever I’ve done in my life. Without a brother that was behind me every step of the way, I wouldn’t have had the confidence to do anything. Without a family that has showed me their love, trust, faith in me, I would have never felt able to do anything. Without friends that, despite the distance and the long absences, are always there for me in any moment, I wouldn't have had the motivation to keep going. I don’t want to make a cheesy discourse out of this entry, but I can’t help feeling the need to let you know that I do really appreciate everything that you give me, which I’m sure is much more than I deserve.
When I started writing this blog, I had many reservations. I thought that nobody would read it, or that people would think it was silly or that I’m lame… It’s been less than four months and everyday I receive more support and comments from all of you that make me think that, perhaps, this is not so silly. For that dose of confidence that you have given me, I thought that the best way to thank you would be dedicating this entry to all of you who, from different parts of the world, have made me feel a little more understood, with less fear to express what I think and feel, and closer to each one of you.
I think I’m going to stop this entry here, making it a little shorter than usual. Next time I write, I hope I can give you good news about my exams. If I can’t, well, I’ll let you know my new exam date ;) In any case, there are much worse things in life than having to retake a test… but there are few better things than having so many people with whom one can share sorrows and joys. You know, a single grain of sand is nothing, but many of them can create the most beautiful beach…