Decía Unamuno: “procuremos más ser padres de nuestro porvenir que hijos de nuestro pasado”. No sé si será porque siempre me ha gustado mucho como escritor, pero veo mucha verdad en esta frase. Y lo más curioso es la cantidad de cosas a las que se puede aplicar…
No quiero, ni mucho menos, convertir este blog en una columna de opinión sobre política, pero una de las cosas con las que es fácil relacionar esta frase es con las opiniones que he visto de mucha gente acerca de la reciente victoria del PP. No soy yo un animal muy político, pero supongo que si tuviera que definir mis tendencias, serían más bien socialistas. Sin embargo, no me enfada ni me molesta que haya sido un partido de derechas el que haya ganado las elecciones. De hecho, creo que es algo bueno: debe existir un balance. No creo que ningún país deba estar siempre bajo un mismo tipo de gobierno. Con el tiempo, todo se corrompe… Es bueno, yo diría necesario, que el poder cambie de manos. El problema es que en España tenemos esta tendencia a ser “hijos de nuestro pasado” y hablar de la derecha es pensar en “fachas”, dictadura y sufrimiento. Es cierto que, por desgracia, tenemos una historia negra de cuarenta años de represión y cosas peores que no se debe olvidar; pero también es verdad que no podemos dejar que algo que ocurrió hace tantos años siga corrompiendo nuestra imagen de la realidad. Hay que empezar a mirar adelante, y no sólo atrás. Hay que quitarse de los ojos y de la mente los estereotipos y empezar a ser un poco más críticos y tener nuestras propias ideas, y no dejar que la memoria histórica sea la que decida nuestro futuro. ¿Va a solucionar el PP los problemas que tiene España? Posiblemente no todos y ciertamente no de la noche a la mañana. Sin embargo, pienso que hay que dar un voto de confianza y ver esto como aquel necesario cambio del que todos hablaban y por el que tantos se han manifestado.
No obstante, dejando la política aparte, la cita de Unamuno es una de las muchas cosas que me ha tenido pensando en el tema del tiempo esta semana. Acabo de terminar de leer Amor y pedagogía, novela precisamente de Unamuno también. El vasco estaba ciertamente obsesionado con los temas de la muerte, la religión y la inmortalidad y expresa en sus obras la necesidad de CREAR como única forma de vencer a la muerte. ¿Y cuál es la creación última para perdurar en el tiempo? Los hijos… Ya lo decía Shakespeare en el soneto XII:
Cuando cuento las horas que sumergen
El día airoso en noche aborrecible,
Cuando veo marchitas las violetas
O argentados de blanco rizos negros,
Cuando encuentro desnuda la arboleda
Que fue dosel umbrío de rebaño,
O en gavillas el verde del estío
Y erizado de barbas entrecanas,
Evoco inquisitivo tu belleza,
Que al fin vencerá el tiempo ineluctable,
Pues gracias y dulzuras se corrompen
Y mueren mientras otras proliferan.
Y no hay defensa contra la hoz del tiempo
Salvo hijos que la burlen cuando partas.
¿Y por qué la referencia a Shakespeare? No es pedantería, sino una forma más de demostrar que hace 500 años, en otro país, en una época completamente diferente a la de Unamuno y a la nuestra, existían las mismas ideas y preocupaciones… Y eso me lleva al ahora, a nuestro presente. Creo que TODOS, jóvenes y mayores, hemos escuchado alguna vez “es que la juventud de ahora…”, “en mis tiempos las cosas estaban mucho mejor…”. Yo misma me he encontrado pensando y diciendo cosas por el estilo, ahora ya que me acerco a la treintena. Pues, para muestra un botón:
"Nuestra juventud es decadente e indisciplinada, los jóvenes ya no escuchan los consejos de los viejos, el fin de los tiempos está cerca." (Caldeo, 2000 antes de Cristo)
En fin… que al final va a ser verdad lo del carácter cíclico del tiempo y de la vida misma. Somos siempre diferentes y siempre los mismos… Sin embargo, como “nadie escarmienta por cabeza ajena” (hoy el día va de citas y refranes…), tenemos que pasar por el proceso para aprender las mismas cosas que otros antes que nosotros ya aprendieron y, si tenemos suerte, podemos aportar algo más. Nuestro pequeño granito de arena para el gran reloj…
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The Spanish writer Miguel de Unamuno said: “let’s try to be parents of our future rather than children of our past.” I don’t know if it’s just that I’ve always really liked him as a writer, but I see a lot of truth in this quote. And the most curious part is the amount of things to which we can apply it…
I don’t want to turn this blog into a political opinion column, but it’s easy to relate this quote to the opinions and reactions that I’ve seen in a lot of people in Spain concerning the victory of the right-wing party (PP). I’m not exactly a “political animal”, but I guess that if I had to define my tendencies, they would be rather liberal. However, it does not upset or bother me at all that the PP has won the elections. In fact, I think it’s a good thing: there must be a balance. I don’t think any country should be always under the same type of government. With time, everything becomes corrupted… It’s good, I’d say necessary, that power goes to different hands. The problem is that in Spain we have this tendency towards being “children of our past” and talking about the Right means thinking about fascists, dictatorship and suffering. It’s true that, unfortunately, we have a black history of forty years of repression and even worse things that we must not forget; but it’s also true that we can’t let something that happened so long ago to keep corrupting our image of reality. We have to start looking forward, and not only looking back. We have to take away from our eyes and minds those stereotypes and start being a little bit more critical and have our own ideas, and not let historical memory to be the one deciding our future. Is the PP going to solve all the problems that Spain has? Most likely not all of them, and certainly not overnight. However, I think we have to give them a vote of confidence and see this as that necessary change that everyone was talking about and so many protested for.
Nevertheless, leaving politics aside, Unamuno’s quote is one of the many things that had me thinking about time this week. I just finished reading Love and Pedagogy, another of Unamuno’s works. The Basque writer was definitely obsessed with the topics of death, religion and immortality and he conveys in his works the necessity of CREATING as the only way to defeat death. And what’s the ultimate creation to remain in time? Children… Shakespeare already said so in Sonnet 12:
When I do count the clock that tells the time,
And see the brave day sunk in hideous night;
When I behold the violet past prime,
And sable curls all silver'd o'er with white;
When lofty trees I see barren of leaves
Which erst from heat did canopy the herd,
And summer's green all girded up in sheaves
Borne on the bier with white and bristly beard,
Then of thy beauty do I question make,
That thou among the wastes of time must go,
Since sweets and beauties do themselves forsake
And die as fast as they see others grow;
And nothing 'gainst Time's scythe can make defence
Save breed, to brave him when he takes thee hence.
Why the reference to Shakespeare? Well, it’s not pedantry; it’s just a way to show that around 500 years ago, in a different country, in a very different time from Unamuno’s and ours, we find the same ideas and worries… And that takes me to now, to our present. I think that ALL of us, old and young, have heard sometime “these young people nowadays…”, “in my time things were much better…”. I have found myself thinking and saying similar things now that I’m growing older. Well, here’s another example:
“Our young people are decadent and undisciplined, they don’t listen to the advice of old people, the end of times is close.” (Caldeus, 2000 b.C.)
Oh, well… in the end it’s going to be true that thing about the cyclic character of time and life itself. We’re always different and always the same… However, since “nobody learns from other’s mistakes” (today it’s all about quotes and proverbs), we have to go through the process to learn the same things that others already learned before us and, if we’re lucky, we may contribute with something else. Our little bit, our grain of sand, to the big hourglass…