Sunday, December 25, 2011

"Honraré la Navidad en mi corazón y procuraré conservarla durante todo el año". Charles Dickens.

Antes que nada, por supuesto: ¡Feliz Navidad! Ha pasado más tiempo del normal desde que escribí la última entrada, pero es que este semestre ha sido en general una locura, y el final... más aún. Aún así, ya pasó todo: acabaron las clases y el resto del trabajo, se hicieron los exámenes, se entregaron las notas... Y aunque hubo más de un contratiempo, lo importante es que ahora toca relajarse un poco y disfrutar de las vacaciones y de la familia.

Como no puede ser de otra manera, esta entrada tiene que ver con la Navidad. Pero no desde un punto de vista tradicional e idílico, sino más bien desde la perspectiva del tiempo, como siempre me gusta hacer. A lo que me refiero es a cómo cambia nuestra visión de las cosas. Cuando éramos pequeños, la Navidad era claramente sinónimo de felicidad, familia, regalos, comidas, diversión... Y no es que yo haya perdido esa ilusión infantil en estas fiestas, pero es mucho más difícil olvidarse de las cosas no tan ideales y de las situaciones no tan alegres que hay a nuestro alrededor. No sólo me refiero a “cómo está el mundo”, o “la cantidad de cosas malas que hay”, sino a un nivel más individual.

Estas fechas, creo yo, siempre son época de hacer balance, de medir las penas y alegrías que nos trajo el año que se va, de hacer planes para el año que entra y de mantener ilusiones y esperanzas de que todo vaya a mejor. Y, aunque yo sea una optimista nata (por suerte o por desgracia), no dejo de reconocer que cada año parece más difícil mantener una actitud positiva frente a lo que esté por venir.

En estas fechas, no puedo evitar pensar en mi abuela, que ya no está con nosotros; en mi madre, que la echa tanto en falta y que en algunos días también estará echándome de menos a mí cuando vuelva a EEUU; en el abuelo de Anderson, que a pesar de mantener una actitud estoica ante su enfermedad, está pasándolo mal; en Anderson y el resto de su familia, que tienen que vivir una situación tan difícil en unas fechas como éstas... Obviamente, los problemas son problemas todos los días del año, pero cuando lo que a uno le venden en los medios es la idea utópica de un tiempo de paz y felicidad, resultan más palpables las carencias.

Aun así, como dije antes, el optimismo me puede... Y creo que a pesar de TODO, necesitamos tomar esto como una oportunidad de adquirir perspectiva sobre las cosas, de valorar lo que sí tenemos. Si no hubiera malos momentos, los buenos no resultarían tan dulces. Supongo que es ley de vida...

Así que, por difícil que pueda resultar, espero que todos podamos sacar la fuerza y el ánimo en estos días para centrarnos en las cosas buenas y olvidarnos un poco de las malas. El regalo que pido para todos vosotros, aparte de salud – que es lo más importante – es el de la esperanza, para mirar siempre adelante sin miedo y enfrentarnos a lo venidero con la mejor actitud.

Felices fiestas a todos y feliz 2012.

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"I will honor Christmas in my heart, and try to keep it all the year." Charles Dickens.

First of all: Merry Christmas! Happy Holidays! It’s been longer than usual since the last entry, but this semester has been crazy, especially at the end. However, now it’s over: classes and work are over, exams are done, grades are turned in... Even if there was more than one setback, the important thing is that now we can relax and enjoy the holidays and the time with our families.

Of course, this entry will be related to Christmas; but not from a traditional and idyllic point of view, but rather from the perspective of time passing. What I mean is how our view of things changes. When we were little, Xmas was a synonym for happiness, family, presents, meals, fun... And it’s not that I’ve completely lost that feeling, but now it’s more difficult to forget about those not-so-ideal things and those not-so-happy situations around us. I’m not only talking about the situation of the world in general, or the amount of bad things that happen, but rather about more personal things.

During these days, I think, we tend to evaluate things, to measure the good and bad things that the year that is about to end brought, to make plans for the one about to start, and to be hopeful that things will get better. And, even if I was born an optimist (for better or worse...), I can’ deny that every year it seems to get more difficult to keep a positive attitude about what is to come.

During the holidays, I can’t help thinking about my grandma, who is no longer with us; about my mom, who misses her so much and soon will be missing me when I go back to the US; about Anderson’s grandpa, who despite the incredible attitude he has concerning his disease, is going through a very difficult time; about Anderson and his family, who have to endure such a situation in days like these... Obviously, problems are problems every day of the year, but when the media only sell us this utopic idea of a time for peace and happiness, what we lack is even more tangible.

Nevertheless, as I said before, my optimism wins... And in spite of EVERYTHING, we need to take this as an opportunity to gain perspective about things, to give value to what we do have. If there were no bad moments, good ones wouldn’t be so sweet. I guess that’s life...

So, even if it’s difficult, I hope we can all get the strength and the spirit to focus on the good things and forget a little about the bad ones. The present I hope you all get – apart from health, which is the most important thing – is hope, to be able to always look forward without fear and to face what is to come with the best possible attitude.

Happy holidays and happy 2012 to all of you.

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